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14 de agosto de 2015

El síndrome de Solomon, la influencia del medio en el desarrollo personal...


El síndrome de Solomon es un trastorno que se caracteriza porque el sujeto manifiesta  reacciones como la toma de decisiones o conductas evitando destacar o sobresalir sobre los otros, es decir, sobre el entorno social que le rodea. Es frecuente que estas personas se pongan obstáculos a si mismas para seguir su camino deseado, intentando no salir del camino común por el que va la mayoría de la población.
Este trastorno tiene como particularidad que la persona que lo padece evita destacar o sobresalir por encima de las otras personas, por encima de un grupo, debido a la presión que dicho grupo ejerce sobre él por distintos motivos.
En 1951, el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch fue a un instituto para realizar una prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron –sin saberlo– en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. El experimento era muy simple. En una clase de un colegio se juntó a un grupo de siete alumnos, los cuales estaban compinchados con Asch. Mientras, un octavo estudiante entraba en la sala creyendo que el resto de chavales participaban en la misma prueba de visión que él.

Haciéndose pasar por oculista, Asch les mostraba tres líneas verticales de diferentes longitudes, dibujadas junto a una cuarta línea. De izquierda a derecha, la primera y la cuarta medían exactamente lo mismo. Entonces Asch les pedía que dijesen en voz alta cuál de entre las tres líneas verticales era igual a la otra dibujada justo al lado. Y lo organizaba de tal manera que el alumno que hacía de cobaya del experimento siempre respondiera en último lugar, habiendo escuchado la opinión del resto de compañeros.

La respuesta era tan obvia y sencilla que apenas había lugar para el error. Sin embargo, los siete estudiantes compinchados con Asch respondían uno a uno la misma respuesta incorrecta. Para disimular un poco, se ponían de acuerdo para que uno o dos dieran otra contestación, también errónea. Este ejercicio se repitió 18 veces por cada uno de los 123 voluntarios que participaron en el experimento. A todos ellos se les hizo comparar las mismas cuatro líneas verticales, puestas en distinto orden.

Cabe señalar que solo un 25% de los participantes mantuvo su criterio todas las veces que les preguntaron; el resto se dejó influir y arrastrar al menos en una ocasión por la visión de los demás. Tanto es así, que los alumnos cobayas respondieron incorrectamente más de un tercio de las veces para no ir en contra de la mayoría. Una vez finalizado el experimento, los 123 alumnos voluntarios reconocieron que “distinguían perfectamente qué línea era la correcta, pero que de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría”.

Es importante reseñar que existe  una parte importante de la sociedad  con miedo a llamar la atención en exceso, ya sea por temor a que los demás se pudieran sentir ofendidos por sus logros, virtudes y éxitos. Las personas afectadas creen que su valor como tales, y a todos los niveles o en cualquier contexto,  dependen de lo poco o bien de lo mucho que las personas del entorno le valoren. Y también cuando nos obstaculizamos para no salirnos del camino común por el que va la mayoría. De forma inconsciente, muchos tenemos miedo de llamar la atención en exceso por miedo a que nuestras virtudes y nuestros logros ofendan a los otros.

Detrás del síndrome de Solomon se esconde la envidia. La envidia surge cuando nos comparamos con otra persona y concluimos que tiene algo que nosotros anhelamos. Es decir, que nos lleva a poner el foco en nuestras carencias, las cuales se acentúan en la medida en que pensamos en ellas. Así es como se crea el complejo de inferioridad; de pronto sentimos que somos menos porque otros tienen más.
La Real Academia Española define esta emoción como “deseo de algo que no se posee”, lo que provoca “tristeza o desdicha al observar el bien ajeno”. La envidia surge cuando nos comparamos con otras personas y sacamos la conclusión de que tiene algo que nosotros deseamos. Es decir, nos lleva a poner el núcleo en nuestros déficit, acentuando en lo que pensamos de ellos. Así es como se crea el complejo de inferioridad; de pronto sentimos que somos menos porque otros tienen más.

Cabe destacar la recordada teoría propuesta por el Psicólogo Albert Bandura,  en su teoría de la personalidad maneja que el entorno de los sujetos son los causantes de nuestro comportamiento. Bandura consideró que esto era un poquito simple para el fenómeno que observaba (agresión en adolescentes y niños) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula: sugirió que el ambiente causa el comportamiento; cierto, pero que el comportamiento causa el ambiente también. Definió este concepto con el nombre de determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente.

Más tarde, fue un paso más allá. Empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres "cosas": el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona. Estos procesos consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el lenguaje. Desde el momento en que introduce la imaginación en particular, deja de ser un conductista estricto y empieza a acercarse a los cognitivistas. De hecho, usualmente es considerado el padre del movimiento cognitivo.

Así mismo, dentro del marco de estudio del trastorno en cuestión, cabe apoyarse en la teoría de la personalidad propuesta por Alfred Adler, sobre el complejo de inferioridad considerándose como la percepción de desarraigo que un individuo obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos, rechazos, etcétera.

Con más detalle puede describirse al complejo de inferioridad, en la ciencia de la psicología y el psicoanálisis, como el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una persona se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobrecompensarlo. Pero esto último, a su vez, plantea una alternativa. Porque la necesidad de sobrecompensación puede resultar o bien en exitosos logros o bien en comportamiento esquizotípico severo. Así, un sentimiento normal de inferioridad puede actuar como motivación para alcanzar objetivos, mientras que un complejo es un estado avanzado de desánimo y evasión de las dificultades.

Respecto del complejo de superioridad, Adler considera que es un mecanismo inconsciente, neurológico, en el cual el individuo trata de compensar sus sentimientos de inferioridad, resaltando aquellas cualidades en las que sobresale.

En términos más técnicos, para Adler, el complejo de superioridad es la consecuencia del proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital. La percepción de superioridad es la consecuente reacción a un sentimiento de inferioridad no expresado externamente, maximizando hacia el exterior aquellos aspectos en que, por transferencia de objetos, o por observación diferencial, consideramos destacar del comportamiento colectivo aparente. Es una maximalización subjetiva del hecho sincrónico que nos lleva a buscar aquello que los demás consideran insólito, en nosotros mismos.

Ahora bien, podemos ver similitudes respecto a como el entorno puede variar y transformar los comportamientos, decisiones y hasta llegar a crear marcos de personalidad que no son propios del sujeto, sino influenciados por el medio, esto ocurre cuando no existe o no se da un marco referencial de seguridad y autoestima de forma correcta en el sujeto.

¿Cómo superarlo?

El primer paso para superar el complejo de Solomon consiste en comprender la pequeñez de albortarnos por lo que diga la gente de nosotros. Si lo pensamos objetivamente, tememos destacar por miedo a lo que ciertas personas puedan decir de nosotros para compensar sus déficits y sentirse mejor con ellas mismas.

Y ¿qué hay de la envidia? ¿Cómo se hace pequeña? Muy simple: dejando de despreciar el éxito ajeno para empezar a admirar y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a los demás alcanzar sus sueños y objetivos. Si lo que envidiamos nos destruye, lo que admiramos nos construye. Especialmente porque lo que admiramos en los demás empezamos a cultivarlo en nuestro interior. Por esto, la envidia es un maestro que nos revela los dones y talentos innatos que todavía tenemos que incrementar. En vez de luchar contra lo externo, vamos a utilizarlo para formarnos por dentro. Y en el momento en que superemos todos el complejo de Solomon, conseguiremos que cada uno ofrezca individualmente lo mejor de sí mismo a la sociedad.
Ahora bien, siendo este unp de los principales problemas en el áula Solomon propone unos tips para superar este trastorno:

Algunas pautas para que tus alumnos superen el Síndrome de Solomon
Tengo el pleno convencimiento de que para que tus alumnos superen el Síndrome de Solomon es imprescindible que como docente des un paso al frente en el aula y, a partir de la observación del grupo, tomes conciencia de las fortalezas y debilidades del mismo. Pero, ¿cómo puedes combatir el Síndrome de Solomon en el aula? Aquí van algunas orientaciones:
·       Promover la conciencia de grupo. Es fundamental que el grupo logre estar unido y se considere sólo uno. Para ello es recomendable realizar dinámicas de grupo en el aula para reforzar los lazos de unión entre todos los alumnos.
·       Promover el refuerzo positivo incondicional. Hay que aprender a premiar el esfuerzo, y hacerlo a través de la palabra, verbalizando y tomando conciencia ante un logro de un alumno.

·       Premiar el error. Sí, has oído bien. Tan importante es celebrar el logro de un alumno como el error. Hay que hacer ver a los alumnos que se puede destacar desde el error y que el error es una forma más de aprendizaje.

·       Fomentar el cooperativismo. Otro recurso muy válido para superar el Síndrome de Solomon es a través de los grupos de trabajo o aprendizaje cooperativo. Mediante esta metodología los alumnos aprenden el valor y la importancia de la ayuda mutua.

·       Practicar actos de bondad. Practicar la bondad para vencer la envidia. Si quieres ver un ejemplo de cómo realizar un acto de bondad en el aula.

·       Fomentar la resiliencia. La resiliencia permite al alumno asumir con flexibilidad situaciones que le ponen al límite. Mediante la resiliencia el alumno gana en autoconfianza.

·       Fomentar la asertividad. Ser asertivos consiste en decir lo que uno piensa sin la necesidad de gritar ni ofender al otro. El Síndrome de Solomon viene, de hecho, porque las personas que lo padecen son poco asertivas y prefieren el silencio a la réplica. De ahí que sea tan importante que aprendan a ser asertivos ante un logro.

"La conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría”
(Solomon Asch)

Después de 27 años en la cárcel y ser elegido en 1994 presidente electo de Sudáfrica, Nelson Mandela compartió con el mundo entero uno de sus poemas favoritos, escrito por Marianne Williamson:

“Nuestro temor más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente “Ladran, luego cabalgamos” (dicho popular) no lo habían dicho en voz alta por miedo a equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo”.


A día de hoy, este estudio sigue fascinando a las nuevas generaciones de investigadores de la conducta humana. La conclusión es unánime: estamos mucho más condicionados de lo que creemos. Para muchos, la presión de la sociedad sigue siendo un obstáculo insalvable. El propio Asch se sorprendió al ver lo mucho que se equivocaba al afirmar que los seres humanos somos libres para decidir nuestro propio camino en la vida.

2 comentarios:

  1. QUE INSTRUMENTO USAR PARA EVALUAR EL SINDROME SOLOMON?

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  2. PUEDE EVALUARSE EN EDUCACIÓN A NIVEL PRIMARIA, SECUNDARIA, Y/O SUPERIOR?
    A NIVEL LABORAL QUE INSTRUMENTO SERÍA APLICABLE?
    TENDRÍA INFLUENCIA EN EL DESARROLLO DE LOS TALENTOS INDIVIDUALES, LAS ASPIRACIONES Y LOGROS O ÉXITOS?

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