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30 de julio de 2015

Los abusadores (bullies) tienen vidas mas felices, son menos propensos a la depresión y ansiedad, según estudio de el diario de violencia interpersonal

Un nuevo estudio llamado "Supervivencia del más fuerte y el más sexy", publicado en la revista ''Journal of Interpersonal Violence'' se ha encontrado que los matones adolescentes tienen una mayor autoestima y estatus social, así como menores tasas de depresión y ansiedad social. Desde un punto de vista evolutivo, estas medidas combinadas también hacen que el más malote en el parque infantil sean los más atractivos sexualmente.





Esto probablemente se produce en una sorpresa y podría ser importante para el desarrollo de nuevos programas de prevención del acoso escolar, que han operado siempre en el supuesto de que los agresores son niños con problemas alejados de la población principal de una escuela.

"Los matones están a la cabeza", dijo Jennifer Wong, investigadora principal del estudio. Sus encuestas, realizadas en 135 estudiantes de secundaria de Vancouver, indican que la intimidación es biológica, así como los niños que tienen tendencias dominantes y el deseo de llegar a la cima de las jerarquías sociales a menudo victimizan a otros con el fin de llegar allí.

Wong llegó a estas conclusiones mediante la administración de cuestionarios que permitieron a los participantes ser clasificados en uno de cuatro grupos: matones, víctimas, matón / víctimas (individuos que intimidan sino también reportan ser víctimas ellos mismos) y transeúntes. Dentro de estas categorías, los matones dieron las mejores autoevaluaciones y el grupo matón / víctimas las peores.

La investigación indica que los agresores se caracterizan por comportamientos que son innatos y no aprendidos, Wong dijo, las escuelas podrían considerar formas de canalizar esas tendencias hacia actividades más saludables en lugar de tratar de sofocar impulso innato de los matones por dominar.


Una solución podría ser la de ofrecer a los estudiantes de secundaria más vías para la competencia, por lo que los agresores pueden satisfacer su sed por la supremacía en formas menos dañinas. Otra posibilidad es cambiar la cultura en las escuelas para crear un estigma social contra la intimidación.



"Yo definitivamente no estoy sugiriendo que aceptamos la intimidación como algo natural", dijo Wong. "Tenemos que cambiar el espíritu general de la escuela para que los matones no ganan puntos de estatus social de herir a otros."

Fuente original

http://www.washingtonpost.com/news/morning-mix/wp/2015/07/30/bullies-are-happier-have-more-sex-appeal-says-study/?tid=sm_fb

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